Compartiendo mis experiencias

En éste "blog" pretendo compartir mis experiencias y lo que aprendo de ellas como madre, esposa, hija, hermana, amiga, profesional, entre otras cosas. Los retos que me ha presentado la vida y los que me presenta y como trato de ver el lado positivo de cada situación...aunque aveces sea un reto.

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martes, 4 de diciembre de 2012

¿Buscando un culpable?

Desde ayer he estado pensado en los últimos acontecimientos trágicos que han sucedido en nuestra Isla de Puerto Rico y a nivel mundial, porque la criminalidad, falta de respeto por la vida humana, carencia de valores, entre otros males sociales se han convertido en una epidemia que arropa al MUNDO.

Muchos se han convertido en poetas justicieros, otros en acusadores y muchos en jueces…todos buscando un culpable: si es culpa de los padres, del sistema, del gobierno, de las escuelas, entre muchas cosas que he leído. Que conste, respeto la opinión de todos, es un tema delicado y cada cual lo analiza desde su perspectiva y por eso tuve que expresar mi sentir, tengo el pecho apretado y mucho que decir.

La falta de valores es indiscutible, la falta de respeto a la vida humana, ¡Inaceptable!

Todo es el resultado de las malas decisiones que muchos seres humanos hacen. El que mata, roba, usa drogas, falta el respeto o comete cualquier falta, lo hace porque quiere. No hay justificación alguna para explicar, ni buscar culpables más allá del que lo hizo.

Si bien es cierto que hay padres negligentes, que no se ocupan de sus hijos, los maltratan y carecen de medios para poder proveerles ayuda a sus hijos, son muchos los jóvenes que contrario a éste panorama y experiencia de vida salen adelante y se convierten en hombres de bien…porque quieren. Por otro lado, hay jóvenes que son criados con amor, respeto, todas las posibilidades y salen unos sinvergüenzas…porque quieren.

No hay garantías del resultado de la crianza de un niño hasta que llega a la adultez y toma sus propias decisiones, por más dialogo, explicación, valores… ¿Que es importante inculcarlo? ¡DEFINITIVAMENTE!, pero no hay garantía de un buen resultado, cada cual es responsable de sus actos y todos lo hemos visto tan cerca como en nuestras propias familias… ¿verdad que sí?
También es evidente que las leyes deben ser más estrictas con las personas que comenten faltas graves para que los casos no se caigan por tecnicismos o queden impunes.

Los programas de desvío para jóvenes han dado resultado a través de la historia, programas de: deportes, clases de música, clases de arte, iniciativas comunitarias (felicito al Departamento de Educación y las escuelas que como requisito de graduación de 4to año los estudiantes deben cumplir con un número de horas comunitarias, los expone al dolor ajeno y ayudar a las personas que necesitan eonfocandose en otros y no ellos mismos), entre muchos más. Se debe retomar éste tipo de programas para que los jóvenes inviertan su tiempo en cosas positivas y se les haga sentir como alguien útil para la sociedad. Claro, tampoco son garantía…también ha quedado demostrado, pero con uno o dos que se retiren de las calles, son menos delincuentes. Siempre he pensado que se deben dar charlas a los padres (haciéndolas obligatorias de alguna manera) y charlas a los estudiantes de temas como: actos de caridad, ser padres responsables, ayudas a manejar las diferentes etapas de desarrollo de los hijos, como ser un buen ciudadano, etc. Alternativas hay, personas dispuestas tambien...¡vamos actuar!

Para concluir, es lamentable saber que se vive de ésta manera, que tenemos que enseñarles a nuestros hijos a protegerse hasta cuando van a la escuela.
Yo soy de las que pienso que somos más los buenos, somos más los que hacemos el bien y ayudamos para darle una mejor sociedad a nuestros hijos, pero, ¡TENEMOS QUE HACER MAS RUIDO! Aportemos soluciones, convirtámonos en líderes de nuestra comunidad, dale la mano a ese vecino que sabes no está bien, visita a la familia que es lo más importante que tenemos, fomenta algún talento de tu hijo, oren (no importa la religión que sea, hay algo divino que nos rige y nos guía) y sobre todo vivamos en comunidad.

Nos nos preocupemos más, vamos a ocuparnos.

¡Hasta la próxima!

 
 


viernes, 28 de septiembre de 2012

¡15 años después!

Siempre dije y quise ser madre joven, ¿por qué? De verdad no lo sé, pero siempre me visualicé y tuve la intuición de que tendría hijos joven. Estudié Drama e italiano, me fascina la actuación y poder hablar otro idioma siempre lo he visto como una ventaja. Gracias a Dios tuve una niñez, adolescencia y vida universitaria muy buena, siempre la pasé bien y disfruté sin excesos y con un excelente grupo de amigos (he sido más que bendecida por mis amistades).

Hace 15 años, septiembre de 1997, Día de los ángeles, fui bendecida con la llegada de mi primera hija Adriana Sofía, primera nieta, sobrina y bisnieta en ambos lados de la familia. Del parto lo único que voy a decir es que fue ¡DOLOROSO!, pero corto. Desde ese día mi vida cambió, aprendí lo que es el amor incondicional, acepté la responsabilidad de traer una personita al mundo a la que tengo que preparar para el mundo y entender que no es mía, mía… ¡sino de la vida!, ¿difícil verdad?

Adriana el día que salió del Hospital
Una de las decisiones más importantes que tomé, cuando Adriana tenía 2 años, fue poner mi carrera en “hold”, no porque no pudiera lograr mi sueño, le aposté a ser madre y a mi hija, para lo demás hay tiempo (¡y no me arrepiento!). Siempre quise y quiero estar ahí para mis hijas, que en toda actividad cuando me busquen me encuentren, apoyarlas en todo, enseñarles lo que pueda y conocer el mundo con ellas.

Adriana Sofía siempre fue una niña muy inteligente, muy buena y sobre todo bien sentimental (a veces demasiado), la creatividad es su tercer nombre y siempre le han llamado la atención las artes (en todas sus vertientes) ella es toda una artista. A los 3 años y 7 meses se convirtió en la hermana mayor de Daniella Cristina y cuando llegó su hermanita del hospital no dejaba de mirarla y sonreír. Aunque a veces (ya no tanto) pelean, es una excelente hermana mayor.

 
Adriana el día que llegó Daniella del Hospital
 
 
Hermanas
No soy perfecta, he cometido mis errores, pero mis hijas son perfectas para mí, y por ellas trato de ser mejor en todos los aspectos de mi vida. Gracias a Dios, todos los días de sus vidas he tenido y tendré la oportunidad de hacerlo mejor y no repetir los mismos, lo que he hecho es pensando en su bienestar y el gran amor que les tengo.

¡Hoy Adriana cumple 15 años! Y mirando hacia atrás tengo que decir que me siento más que satisfecha de las decisiones que tomé, siempre he estado ahí para mi hija, tanto su papá como yo le hemos dado todas las herramientas que están a nuestro alcance y todas las experiencias que hemos podido para que cuando alce el vuelo tenga un norte y siempre nos tenga en sus memorias. Soy una madre exigente, pero las dejo ser (con control y la debida supervisión).

Lo de ella es la sencillez

A Adriana le encantan los animales
Confieso que me da mucho sentimiento saber que el tiempo ha volado a velocidad luz y ya no tengo bebé, que en tres años se irá a buscar y trazar su destino. Que va detrás de su sueño y sé que lo va a lograr (de eso me encargaré).

¿Mi carrera? Pues he participado en algunos proyectos artísticos y en la medida que me siga preparando seguiré trabajando para retomar la misma, pero sin sacrificar mi familia. Para mí la familia es lo más importante, a la hora de la verdad, cuando las cámaras se apagan, el maquillaje es retirado y llegas a tu hogar, eso es lo que te queda… ¡tu familia! Algo que todos los días les digo a mis hijas para que nunca olviden de donde vienen y hacia donde van.



Adriana: Has hecho de mi vida una aventura maravillosa que nunca acabará, desde antes de nacer ya te amaba y mi amor por ti y tu hermana se ha multiplicado con el pasar del tiempo. No te apresures en alzar tu vuelo, te aseguro que volarás, disfruta el camino, la vista y las experiencias. Recuerda que todo lo que te propongas lo vas a lograr si tienes la motivación y convicción para alcanzarlo.

¡Felices 15 años...que Dios te bendiga siempre!

¡Nunca dejes de soñar, vive con intensidad y ríe a carcajadas!

¡Te adoro!

Mami

Primera visita a Disney 2004


Reciente visita a Disney 2012 (Celebrando sus 15 años y graduación y Cumpleaños de Daniella)


lunes, 24 de septiembre de 2012

Walking back to memories!


Si miramos un poco hacia atrás, la historia nos dice que los jefes de familia o las familias compraban sus casas u hogares para echar raíces, para que ahí crecieran sus hijos, envejecer con su pareja y luego de su partida que sus hijos heredaran la propiedad e hicieran lo mismo.
Mi abuela y abuelo materno vivieron en la casa donde mi mamá se crió con sus hermanos hasta el día de su partida, mi abuela paterna y varias tías viven la casa que compraron para que sus hijos se criaran hace más de 40 años. Y cada cual en sus diferentes circunstancias vuelve a la casa donde pasaron su niñez…los recuerdos vuelven dibujando sonrisas y recordando el pasado. Cada vez que paso por urbanizaciones que tienen más de 30 años o lugares con historia (como El Morro), me resulta curiosa y muy interesante la historia que tiene cada estructura, me quedo pensando: “¿que habrá pasado en esa casa?, ¿cuál es su historia?.

Mi nombre es Marimar, nombre compuesto por María (así se llama mi mamá) y del mar. De verdad que no pudo quedarme mejor ese nombre (hay muchas María del Mar, luego de la novela que hizo Thalía, hay varias Marimar, pero no somos muchas). A mi me encanta…me fascina la playa, soy playera de nacimiento (y es una de las razones por la que no he dejado mi isla a pesar de verme tentada en muchas ocasiones).

Yo, de pequeña, disfrutando en Luquillo
Todo este relato viene porque Adriana (mi hija mayor) tiene que hacer un proyecto de un pueblo de Puerto Rico. Al principio ella dijo: “¡Rincón!”, nuestro tiempo es limitado por muchas actividades y compromisos, por lo que le dije que si podía ser uno más cerca. Luego de pensarlo, le dije: “Luquillo”, es parte de nuestra historia y volveríamos luego de muchos años que no vamos, ella dijo que sí.



Mi mamá, mis hermanas y yo en el estacionamiento del apartamento de playa 
Mi abuela paterna (luego que enviudó) compró un apartamento de playa en Luquillo (hace más de 40 años) y fue el oasis de nuestra familia por todos estos años, los veranos, Semana Santa, fines de semana de descanso (no tenia TV o teléfono…y los celulares no existían). Cuando íbamos al apartamento se llenaba de primos, tíos y vecinos del área, estábamos hasta tarde jugando rescate, briscas, “may I”, escondite, “stop” y la pasábamos súper bien todos juntos. Los cuartos siempre llenos, “matress” en la sala, por las mañanas nos levantábamos temprano y todo eran preparativos para un día de playa. Una tradición desde que yo era pequeña (y que he seguido con mis hijas al ir a la playa ese día) era recibir el día Pascua allá, por la mañana (luego de recibir nuestras canastas) íbamos a la iglesia y después para la playa…de verdad que fui dichosa, tuve una infancia, niñez, adolescencia y adultez muy buena, rodeada siempre de mi familia y claro mis buenos amigos. Luego mis hijas fueron conmigo varias veces.

Verano 2001 (con Adriana y embarazada de Daniella)

Hace 4 años mi abuela vendió el apartamento de playa ya que nadie lo usaba con tanta frecuencia y yo que soy la que más va a la playa no daba esos viajes (voy a playas más cerca, cuando uno tiene hijos ir a distancias largas es como mudarse por tanta cosa que uno lleva). El apartamento se estaba deteriorando y pues se tomó esa decisión, fue difícil. Lo primero que pensé fue: “¡va a vender nuestra historia!”, pero ya mi abuela es mayor y no podía hacerse cargo de él, no podía ser egoísta ni injusta.

Hace varios sábados fuimos a Luquillo (mami, mi esposo, las nenas y yo) para que Adriana tomara fotos y visitara diferentes lugares del pueblo: Plaza, Alcaldía, Cementerio, Playa y por supuesto una de las paradas obligatorias era el apartamento de playa, estaba decidida, si había alguien, pedirles permiso para entrar y ver como estaba el lugar donde vivimos tantas experiencias. Cuando llegamos estaba cerrada, por lo que no pude entrar L , pero vi que le habían hecho algunos cambios, ventanas nuevas, puerta nueva, entre otros (le habían dado cariño), y nos encontramos a la vecina de toda la vida y madre de los niños (que hoy son adultos) con los que jugábamos y nos divertíamos tanto. Ella nos dijo que el apartamento lo remodelaron completo y lo pusieron bien lindo, eso me llenó de alegría aunque me moría por entrar a verlo.

Nuestro apartamento era el de abajo a la izquierda
Luego fuimos a la playa…ah (suspiro), estaba desierta (pocas personas), me imagino que por la temporada (yo tenía un maestro que decía que los meses que terminaban en “bre”, no eran buenos para ir a la playa). Estaba frente a la playa que conocí dese pequeña, donde mis padres, abuela y tíos me llevaban de pequeña, donde hicimos muchos castillos de arena, veíamos peces y cogíamos unas olas que nos arrastraban por toda la orilla. Las olas estaban grandísimas (yo no soy de meterme al mar a menos que no haga mucho calor) pero tenía que bañarme en la playa de mi infancia, así que me fui con mis hijas a coger olas, el agua estaba buenísima, y cogimos unas olas tan grandes que nos arrastraban por la orilla o como decimos “nos revolcaron”, nos reímos muchísimo, había olvidado esa sensación de pensar que te vas a ahogar… ¡en la orilla! Teníamos arena hasta dentro de los oídos ☺.

2012 Adriana y Daniella frente a la playa de Luquillo
Terminamos nuestra visita en los famosos “kioskos” de Luquillo…y ya saben, comimos alcapurrias, tostones, pulpo y batidas. La pasamos de maravilla, un hermoso día para recordar y por supuesto, Adriana hizo su trabajo.

Kioskos de Luquillo
La vida te da oportunidades de volver al pasado (con los recuerdos y lugares) para que reflexionemos en lo que vivimos, para darnos fuerzas y disfrutar al máximo el presente y planifiquemos para el futuro con más energía.

Le dedico este “blog” a mi familia, mis primos (TODOS), a nuestros vecinos playeros y a mi abuela…gracias por ser parte de mi vida, de mi historia y por todos los buenos momentos que pasamos juntos.

 ¡Hasta la próxima!

El apartamento actualmente

martes, 11 de septiembre de 2012

9-11 Mi experiencia

9-11 del 2001 fue un día que cambió la manera de pensar y la vida de muchas personas y aunque físicamente yo no estaba ahí enseguida me pude solidarizar con el dolor ajeno.

11 años después y relatándole a mis hijas todo lo que significó ese día para muchas personas, incluyéndonos a nosotros como familia es que tuve la necesidad de escribir éste “blog”.

Ese día dejé a Adriana en la escuela como de costumbre, regresé a mi casa y estaba durmiendo a Daniella en la falda (tenía 2 meses y 11 días de nacida), cuando de repente salió un “Avance de última hora” narrando el “accidente” en una de las Torres Gemelas (World Trade Center), lo que pasó después ante los ojos del mundo entero fue inesperado, sorprendente e irreal.
Mis padres y hermanas trabajaban, me traté de comunicar con mi suegra y no lograba comunicación (ella siempre está al día en los últimos acontecimientos noticiosos), mi esposo estaba trabajando. Me fui a casa de mi suegra con Daniella, estaba atónita con lo que estaba pasando.

El terrible suceso me causaba dolor, la seguridad había sido burlada, se había perdido el respeto por la vida, pero la llamada que recibí después de que el mundo se diera cuenta de lo que había pasado nos cambió la vida en un instante.

Para ese tiempo, mi esposo era reservista de la Guardia Nacional Aérea de PR, así que llamaron para indicar que tenía que reportarse en la Base al otro día. Dos meses después estaba listo para su primera misión, y así estuvo dos años, en diferentes misiones. La separación de ese primer viaje fue muy difícil, me quedé sola con dos hijas, Adriana de 4 años y Daniella de 4 meses (gracias a Dios vivía cerca de mi familia y la familia de mi esposo que nos dieron apoyo constante). La primera Navidad de Daniella sin su papá, mi esposo se perdió algunos cumpleaños, los primeros pasos de Daniella, actividades de la escuela de Adriana, entre otros.

Y aunque para mí fue difícil, mi dolor no se compara con las personas que ese día fatal decidieron cómo iban a morir, quemados, asfixiados o por una caída. Pensar en el terrible momento qe pasaron sabiendo algunos que iban a morir y otros sorprendidos por la misma. Con todos esos niños que no tuvieron el placer de conocer a su padre o madre, esas madres y padres que perdieron a sus hijos y muchos de ellos sin saber cómo fueron sus últimos momentos, a los que perdieron un compañero de trabajo, conocido, familiar...en fin.

El mundo jamás volverá a ser el mismo, siempre estaremos alerta de que algún suceso similar ocurra o que no ocurra. Un suceso de ésta magnitud nos hace o debe hacer reflexionar acerca de la vulnerabilidad de la vida, debemos siempre estar en paz con las personas que queremos, recordarle a esa persona especial que lo quieres, que es especial e importante, nunca sabes si vas a tener la oportunidad.

Les doy las gracias a esas personas que sacrificaron y sacrifican sus vidas todos los días en ésta guerra que parece no tener fin. A las familias que están separadas, mucha fortaleza y oración. A los que hoy están recordando alguna víctima de este suceso, los acompaño en el sentimiento y que el tiempo los ayude a sanar las heridas, sabiendo que están en un mejor lugar.

Hasta la próxima!

Mi esposo es Tech. Sgt. en la Base Aérea Muñiz (Security Forces), estamos muy orgullosas de él por su sacrificio, entrega y trabajo (parte de su esquadrón)

 
 


 
 
 
 
 

viernes, 24 de agosto de 2012

Nuevo año escolar 2012-2013

A diferencia del año pasado, éste nuevo comienzo de año no estuve tan nostálgica, en realidad las últimas semanas han sido un poco interesantes y no he tenido mucho tiempo de pensar en eso. De hecho Adriana empezó el miércoles 8 de agosto y cuando lo comentaron el día antes en los medios noticiosos yo dije: “¿mañana?”, no sé si fue porque nos preparamos con anticipación o la negación porque el verano se terminó y ahora empieza el ajoro nuevamente.

La culminación del año escolar 2011-2012 fue intenso, Daniella terminó el año en su nueva escuela excelentemente (luego de un año interesante en términos de su salud), Adriana se graduó de 9no con excelentes notas, pero experimentó una de las situaciones más difíciles que se puede experimentar en la vida, la traición de una amistad o haber abierto los ojos ante una realidad que no quería ver (no voy hablar del tema, al menos en este “blog”, para no seguir dándole ningún tipo de energía y tiempo).

Ya lo he expresado en varias ocasiones, es sumamente difícil no poder proteger a tus hijos de las energías negativas, ni poder tener una varita mágica para desaparecer toda desilusión o situación difícil que tengan en la vida. Como madre son muchas las cosas que uno quisiera hacer, pero nos tenemos que quitar el sombrero y darle las herramientas para que se enfrenten a la vida y a las situaciones difíciles que se les presenten y las puedan superar de manera satisfactoria para que sean lecciones bien aprendidas y salgan fortalecidas de manera positiva.
Y eso fue lo que hicimos como familia, darle las herramientas para que comenzara fuerte y segura que en la vida hay muchas personas con diferentes formas de pensar y que ella debe mantenerse firme en sus ideales y forma de pensar, siempre y cuando no le haga daño a nadie, siempre teniendo presente que encontrará a las personas adecuadas en su momento.

El primer día de clases fue de mucha ansiedad para todos, ya que se enfrentaría a esa lamentable situación. Oramos mucho, le pedimos a Dios que la guiara, que la protegiera de todo mal y le diera paz (hoy y siempre). La dejé temprano en la mañana con mucha ilusión de esta nueva etapa y un poco nerviosa, confiada en que todo estaría más que perfecto. Adriana tuvo un día muy bueno, gracias a Dios todo estuvo en orden divino y está bien enfocada en estar bien, en la escuela y en prepararse para su futuro estudiantil y profesional.

Adriana en su primer día
Luego de una semana en la que Daniella estuvo bastante enferma, comenzó su nuevo año escolar, ya en 6to… ¡Wow, mi bebé ya es toda una jovencita! Ese día me levanté sintiéndome un poco mal…bastante mal, lo que pensé podría ser un bajón de azúcar (NO padezco de eso) resultó ser un virus de 24 horas. Pero… ¡Yo tenía que llevar a mi niña en su primer día de escuela! Gracias a Dios (que obra de manera perfecta) mi esposo estaba libre, así que el guió, llevamos primero a Adriana y luego a Daniella, ella iba con todos sus materiales (muy emocionada) y teníamos que verificar las listas para ver donde lo tocaba, y aunque sé que su papá lo hubiera hecho perfecto yo quería estar ahí (pensé que no lo iba a lograr ya que estuve con vómitos todo el camino). Llegamos y me pude bajar, luego de verificar donde le había tocado sus amigas la recibieron y ella me dio un beso y nos despedimos. No me sentía bien para sentirme triste, así que todo fluyó muy bien y regresó de la escuela contenta y con muchas anécdotas (yo, en cama todo el día).

Todos los días le pido a Dios que le envíe un ejército de ángeles a mis dos hijas para que cuiden de ellas y las proteja de todo mal. Y aunque no lo crean, aún cuando son grandes ya, cuento las horas para ir a buscarlas a la escuela, estar con ellas y me cuenten cómo estuvo su día.

No importa cuánto crezcan, donde estén, siempre serán mis niñas adoradas y sé que Dios las guiará para ser personas de bien, logren sus sueños y sean felices.

¡Hasta la próxima!



lunes, 2 de julio de 2012

¡La indecisión en la adolescencia!

Como ya había expresado en mi "blog" anterior “No es lo mismo vivir la adolescencia que vivir con una adolescente”, la adolescencia viene acompañada con cambios en la actitud, drama, cambios físicos, preguntas existenciales y la indecisión a la hora de tomar decisiones, a veces tan sencillas...otras no tanto.

Desde que publiqué ese blog, todo ha ido bastante bien, dentro del drama de la etapa nos estamos entendiendo y llegamos a acuerdos (la lucha de poder continua…pero no es tan intensa). Tal vez las dos estamos entendiendo el proceso o decimos “whatever” (¡hay veces que uno debe escoger sus batallas, Adriana es mejor en eso que yo!).

Hay personas que son indecisas toda su vida, no saben qué hacer, que decir, como actuar, a donde ir, en fin. Pero en los adolescentes (por el proceso del cambio y de no saber lo que les pasa) la indecisión se acentúa y en decisiones tan sencillas como la ropa que me voy a poner para ir al centro comercial o lo que quiero comer es todo un “pugilato” (problema).

Pues bien, dicho todo esto, les cuento que Adriana se graduó de 9no grado y en septiembre cumple sus 15 años, así que queríamos hacer un viaje para celebrar sus logros y su cumpleaños, de una vez celebrar el cumpleaños de Daniella también (quien cumple en verano). Adriana tiene muchas amigas, así que decidimos que una fiesta no era una opción, yo soy práctica y entiendo que un viaje es mejor que una fiesta de una noche y donde no puede invitar a todos sus compañeros más la familia (¡que es muy grande!). Por su cumpleaños ser en septiembre (están en la escuela) tenemos que hacer el viaje en verano. El plan original era ir a Italia (por razones ajenas a nuestra voluntad hubo que poner en “hold” ese destino), así que empezamos a buscar otras opciones: California, Disney, Boston o New York (gracias a Dios que tenemos opciones… ¿verdad?). Les confieso que aunque tenemos las posibilidades, no quería gastar todo el dinero en unas vacaciones, yo sé lo que es tener emergencias de último momento y gracias a tener ahorros poder resolver o estar fuera del trabajo para cuidar a mi hija sin preocupaciones.

Estuve toda una tarde haciendo un estudio (¡ya saben que soy bastante organizada!) de los destinos (que ella está de acuerdo… aclaro): Boston, New York y Disney (California está en “hold” para otro momento… ¡ya tenemos dos destinos en espera!), luego de que saco números, cosas que hacer, buscar fechas, pasajes, etc. Le consultamos a Adriana y me dice: “Yo no quiero hacer nada”, tan tranquila y yo me quedé como que: “WHAT!!!!!!”. Le explico la importancia de éste viaje: son nuestras vacaciones en familia los cuatro, celebraremos sus logros y su cumpleaños #15, y el verano que viene papá no va a estar (mi esposo es militar y estará en el desierto en una misión), además le explico todo lo que vamos hacer y ella me dice: “Es que no sé, no quiero hacer nada, me da lo mismo” y yo me quedo como que “¿De verdad?”.

Después de hacer un estudio exhaustivo, para tomar la decisión correcta y buscar un destino en el cual disfrutemos en familia, hagamos cosas diferentes y tuviera un poco de la magia musical (que es lo que ella busca de NY) decidimos ir a Disney (ellas han ido pero cuando pequeñas ella tenía 6 y Daniella 2 años) así que ésta vez sí lo iban a disfrutar y montarse en todo lo que no habían podido por la edad.

Llegó el gran día y el 06/21/12 nos fuimos a Disney. Yo había hecho dos itinerarios, pero no contábamos con que vendría una tormenta llamada Debbie y el pronóstico era de lluvia todos los días (yo estaba un poco desilusionada, pero luego pensé: “si caminamos por las calles de NY con una tormenta de nieve y 13 grados…una lluvia no nos va arruinar los planes”. El itinerario estuvo perfecto, la lluvia no arruinó el viaje, pudimos hacer todo lo que teníamos planificado, las chicas disfrutaron y se montaron en todo. Llegábamos bien temprano y nos íbamos cuando cerraban el parque (literalmente), compartimos con parte de mi familia (tías, tío y primas) y creamos muchas memorias y tenemos muchas anécdotas que contar.

Puerto Rico desde al aire...precioso!

 
¿Adriana? ¡El primer viaje que NO quería regresar!, la pasó muy bien, confió en nuestro plan y sé que lo disfrutó mucho, mucho, ¡les puedo decir que nos reímos mucho, que hizo todo lo que quería hacer: vio shows (musicales), tocó y alimentó delfines, se montó en arriesgadas montañas rusas y sé que su visita a los parques fue desde otra perspectiva! (claro...hubo algunas diferencias entre los 4, pero lo normal cuando uno está 9 días juntos las 24 horas).

Nosotros somos guías en la vida de nuestros hijos, en ésta edad un poco crítica y que muchas veces no saben qué hacer o qué decisión tomar, nosotros debemos ayudarlos a escoger lo que mejor les convenga (explicándole siempre porqué esa es la mejor opción, así ellos aprenderán a tomar sus decisiones basados en hechos). Somos sus padres y nosotros sabemos (o por lo menos debemos saber) lo que a nuestros hijos les gusta, lo que es mejor para ellos y lo que cubra sus necesidades en los diferentes aspectos de su vida. Yo siempre les he dado opciones, les consulto (¡no siempre!), y trato de que las decisiones que tome por ellas sean las correctas, cuando me equivoco (porque todos nos equivocamos) siempre habrá una nueva oportunidad para hacerlo mejor o diferente.

Ahora… ¡a planificar nuestro próximo viaje!

¡Hasta la próxima!

Adriana tocando y alimentando a un delfín (Sea World)

Magic Kingdom

Viendo los fuegos artificiales

domingo, 10 de junio de 2012

Manteniendo el peso

Siempre he sido una persona delgada (flaca), luchaba por subir un poco las 94lbs (mojá) que pesaba. En mis dos embarazos, aunque aumenté, no fue nada considerable. Hubo una ocasión a finales de los 90 que aumenté considerablemente por el trabajo que tenía. Luego volví a mi peso regular…ya estaba en los medios 20’s, así que ya pasaba las 100lbs.

Durante los últimos años he practicado diferentes disciplinas: yoga, Pilates, gimnasio, pesas, DVD caseros, Zumba y trotar (ésta última la practico hace tres años y me encanta, de todas he aprendido mucho y me han ayudado en su momento.

Pero cuando uno llega a los… los… (suspiro profundo) ¡30! No sé qué le pasa a uno que todo cambia, la piel, el pelo y mantener el peso es un reto. Mi talla de pantalón por muuuchoos años fue 1, pero hace tres años la talla 2 me queda más cómoda (la talla 1 me sirve, pero me queda un poco ajustada). Para mí fue un “shock” así que comencé a entrenar más seguido y cuidar más mi dieta. En el año 2009 mi talla era 2 y pesaba 117 lbs., en el 2010 talla 2, 117 lbs., en el 2011 talla 2, 116 lbs., y el 2012 talla 2, 113 lbs. (llevo el control de mi peso tan exacto ya que tengo unas visitas médicas de rutina cada 6 meses… ¡no es porque llevo ningún control obsesivo!).


La celebración de mis 30 en compañía de mi esposo y una gran amiga y su hermano (yo soy la del traje negro)
Luego de tres años de permanecer casi igual, me “resigné” a que según pasan los años el cuerpo cambia y ya mi talla 1 es parte del pasado (ya regalé mis pantalones talla 1, todavía tengo alguno que otro que me sirve). Para mantenerme en éste peso por tanto tiempo (siempre tengo un margen de 2 o 3 libras que las subo o bajo) lo que he hecho es ejercitarme 2 o 3 veces en semana 30 minutos (eso NO incluye, limpiar la casa y todo lo que trae con eso, ni estar para arriba y para abajo haciendo mil cosas), dormir de 6 a 8 horas (las horas de sueño son muy importantes) y más que nada cuidar las porciones que como (yo creo…estoy segura que ahí está el secreto). Yo como DE TODO, pero no abuso, mi maestra de Pilates una vez nos dijo: “hay que comer responsablemente” (y yo lo sigo repitiendo porque es muy cierto).
Confieso que no soy dulcera (así que los dulces no son un problema para mí), el chocolate oscuro me fascina y solo lo como cuando le tengo ganas (generalmente 1 vez al mes… ¡ya saben!). Como menos arroz y más ensalada, viandas, vegetales y pasta, menos carnes rojas y más pollo o pescado y me encanta la crema de calabaza (la preparo y la guardo en porciones para tres días aproximadamente), algunas veces hay espacio para un chocolatito caliente (a mi hija y a mí nos encanta) o un mantecadito (pero no es lo usual para mi durante la noche).

Todo en la vida es cuestión de balance y el peso y la dieta no son la excepción, hay que comer con la conciencia de que uno crece (por no decir envejece) y el cuerpo pasa factura, alimentarnos con la conciencia de evitar problemas de salud o prevenirlos y establecer una rutina de ejercicios sencilla y de acuerdo a la agenda de cada uno.
Comer es uno de los placeres de la vida. Mantener un peso saludable no es solo por imagen (aunque no está demás querer verse bien) es para tener una mejor calidad de vida.

¡A ejercitarse un poco y a comer con conciencia…buen provecho!

¡Hasta la próxima!

lunes, 30 de abril de 2012

La experiencia de ir “Camping”

Cuando yo era pequeña mis padres pertenecían al Club de Leones (muchos de los integrantes eran compañeros de la escuela de mi papá) y tengo muy gratos recuerdos de los días que nos íbamos “camping” a la casa de un amigo de papi en Carite. Recuerdo que acampábamos en el patio (que era muy grande) en casetas, hacíamos fogatas y la pasamos muy bien con mis amigas de la infancia (que por cierto todavía conservo), nos bañábamos en la casa y sé que comíamos afuera en una mesa grande que daba al lago Carite… ¡ahh (suspiro) que recuerdos!

"Camping" en Carite, PR
Las personas que me conocen saben que soy un poco compulsiva con la limpieza, además me tengo que bañar por lo menos 2 veces al día (a veces 3). Dicho esto, continúo con mi relato. Cuando estaba en 9no o 10mo grado (no recuerdo bien) un grupo (en el que estaba yo) fue elegido para ir a acampar, ahí fue mi primera experiencia de “camping” con conciencia y grande, fue con la clase de Ciencias Terrestres y fuimos al Refugio de Vida Silvestre en Humacao, PR. Acampamos en casetas (no recuerdo cuantas jovencitas habíamos en la caseta), lo que sí recuerdo (¡y muy bien!) es que NO había agua caliente y tampoco luz…o sea, caía la noche y tu mejor amiga era la linterna, comimos Chefboyardee, hamburguer y no recuerdo que otra cosa (¡han pasado unos cuantos añitos nada más!). Tengo que decir que las estrellas se veían impresionantes (al no haber luz se podían apreciar muy bien), también aprendimos mucho de las tortugas, mis compañeros pescaron chopa y dentro de todo la pasamos super bien.

La hora de almorzar

"Camping" Refugio de Vida Silvestre en Humacao, PR
Mis hijas han querido ir de “camping” desde hace mucho tiempo, pero esos días de bañarme con agua fría (excepto cuando viene un huracán) o no bañarme, ya no es para mí. Mi cuñada Melisa es una experta en “camping”, así que en el “bucket list” de mi viaje de último momento (blog anterior) estaba llevar las nenas. De todos los lugares que Melisa pudo escoger, escogió uno estupendo, Disney’s Fort Wilderness Campgroung… ¡MARAVILLOSO! El lugar está espectacular, tiene enchufes eléctricos, y tiene lo que ellos llaman “Comfort Station” (baños) con buenas duchas con agua caliente y el área tiene luz (en el área de las casetas no hay luz, pero eso es parte del “fun” de acampar). Mi cuñado Javier nos acompañó, la pasamos muy bien, el lugar tiene piscina, se pueden apreciar los fuegos artificiales de Magic kingdom desde la bahía del lugar y hay mucho para hacer. Nos reímos muchísimo y gracias a Dios no hubo contratiempos (bueno, uno de los “matress” se empezó a desinflar y Daniella tuvo que masticar chicle que su Tía puso en el hollo, idea mía, para tratar de solucionar la situación…no funcionó, pero resolvimos) y el clima estuvo genial (aunque por la noche hacía mucho frío).




"Camping" Orlando, FL 2012

Definitivamente la experiencia fue excelente (memorias que quedarán por siempre en la familia), yo creo que Melisa me conoce suficiente para saber donde llevarme. Si hubiera tenido que pasar por la experiencia de un “camping” como muchos conocen para que mis hijas pasaran por la experiencia, lo hubiera hecho, que mejor que vivir las experiencias de la vida con tu mamá…eso quedará en sus recuerdos para siempre (y en los míos tambien).

¡Hasta la próxima!

lunes, 23 de abril de 2012

¡Mi viaje de último momento!

Yo soy una persona bastante organizada, digamos que muy organizada. Generalmente planifico las vacaciones y viajes con un año de anticipación (presupuesto, cuanto hay que ahorrar para gastos) y cuando llegamos al lugar ya tenemos un itinerario completo por día, claro preparado por mi y teniendo en cuenta actividades que podamos realizar con nuestras hijas (lo que varia es el lugar de comida, y aún así tenemos alguna idea de lo que queremos comer, además ya conocemos el costo de los lugares a visitar en los que hay que pagar la entrada, entre otros gastos… ¡gracias al internet!).

A principios de marzo mi suegra y yo estábamos hablando de la celebración del cumpleaños #40 de mi cuñada Melisa y de mi deseo de estar en ese día tan importante (conozco a mi cuñada hace 19 años y desde que nos conocemos somos muy unidas y hemos vivido muchas experiencias juntas, no somos hermanas de sangre, pero la escogí como tal…así que yo debía estar ahí). Mi cuñada vive en Fort Lauderdale (por lo que tenía 3 semanas para planificar un viaje), también tiene un perro (ya saben que le tengo fobia a los perros), las nenas estarían en la escuela (aunque venia la Semana Santa o Spring break) y sería la primera Semana Santa que pasaríamos fuera de P.R. (yo guardo el viernes Santa por respeto). Hasta ahí tenía mucho que pensar, sin contar que ¿cómo iba a coordinar un viaje en tres semanas? Íbamos de sorpresa (¡hubiera sido todo un acontecimiento!), pero varios días después de hablar con mi suegra Melisa me llamó para dejarme saber que le gustaría mucho que estuviera en la celebración de su cumpleaños, así que le dije que sí (como quiera se lo tenía que decir por el detalle del perro, ya que debía buscar alguien que lo cuidara durante mi estadía en su casa). Luego que colgué, me dije: “¡le dije que sí!, y ahora ¿cómo voy hacer?” (pensando en todo lo antes expuesto y un detalle que se me había olvidado…mi esposo, el hermano, estaba fuera de PR y no le había consultado nada).

Bueno, me di a la tarea de buscar pasajes (¡los cuales estaban bastante costosos!) las nenas no perderían tantos días de clases ya que era Semana Santa y habían otros días libres y Melisa consiguió quien se quedara con su perro y yo también.
Compré los pasajes varios días después luego de analizarlo como mil veces y acostarme ese día a las 2:00am con dudas todavía. ¡Ya estaba hecho y nos íbamos por 10 días a Fort Lauderdale!

Estuve trabajando mucho esas últimas dos semanas, ¡mucho!, así que veía las vacaciones como algo que nos merecíamos (ya que las nenas en la escuela habían estado también bien atareadas) Así que le dije a mis hijas: “Cuando nos vayamos será sin reloj, nos levantamos cuando no tengamos sueño, comemos cuando nos de hambre y nos acostamos cuando tengamos sueño”.

¡Llegó el día y nos fuimos! Desde que llegamos tuvimos un gran recibimiento. Las vacaciones fueron maravillosas, más perfectas no hubieran podido ser (¡claro! Aunque tuvimos poco tiempo para planificar, sí teníamos un “bucket list” y Melisa hizo un excelente trabajo para complacernos a todos, mí cuñado Javier fue también). Hicimos muchas cosas, no paramos ni un minuto (solo el viernes Santo por respeto y fuimos a una obra en la que Melisa y mis sobrinos actuaban y estuvo maravillosa), disfrutamos del tiempo juntos y la pasamos súper bien; tuvimos la oportunidad de visitar, ver y disfrutar con familiares (nos faltaron algunos...será en el próximo).



Aprendí que no todo tiene que ser tan planificado, que puedo dar el espacio para actividades (grandes) de último momento y hay momentos que no se pueden dejar pasar (por eso hay que planificarse financieramente para que los mismos sean posibles). Algunos trenes pasan solo una vez y hay que decidir si te montas o lo dejas pasar, yo me monté, con dudas… ¡pero me monté! Y no me arrepiento de las memorias creadas en mi viaje de último momento, ahora estoy esperando que pase el próximo.

¡Hasta la próxima!


Cumpleaños #40 Melida (estilo de los 50"s) Fort Lauderdale, FL

Orlando, FL

Miami Beach, FL

Hollywood Beach, FL

lunes, 16 de abril de 2012

Quienes nos inspiran y a quienes inspiramos

Desde que somos pequeños y empezamos a fijarnos en las acciones de los demás comenzamos a identificarnos, a valorar lo que tenemos y nos motivamos a salir adelante en diferentes aspectos de nuestra vida. A veces nos reafirmamos en lo que estamos haciendo o nos damos cuenta que debemos modificar algunas cosas (hay que señalar que no todas las personas se inspiran de manera positiva, pero voy hablar de las que sí).

En mi caso son muchas las personas que me han inspirado a seguir adelante en diferentes etapas de mi vida, proyectos y situaciones: Mis hijas me inspiran a ser mejor ser humano, persona, madre, entre otros, he viajado muchas partes del mundo a través de los ojos de mi mejor amigo, tengo mi organización sin fines de lucro inspirada en una Tía muy querida, he mejorado en algunos aspectos de mi relación con mi esposo inspirada por mi cuñada, continúo (después de 14 años haciéndolo) con mi negocio de accesorios para el cabello de las niñas motivada por la gente que lo sigue apoyando, mi esposo, quien me motiva para que mis planes se concreten y a seguir luchando, Dios...me motiva e inspira en mis buenos momentos y en las pruebas. Quiero ser mejor amiga, hermana, madre, hija, esposa, tía, ser humano, inspirada por la gente con la que me cruzo en el camino de la vida y de la cual aprendo lo que debo hacer y lo que no debo también. En fin, son muchas las personas que me inspiran día a día para seguir adelante, para hacer cosas grandes y dejar una huella.

Así como muchas personas han sido inspiración para mí, hay algunas que se me han acercado y me han dicho que he sido inspiración para ellas, algo que me ha dejado sin palabras. ¿Yo inspiración para alguien?, ¿Pero, cuándo?, ¿Cómo?, eso es lo maravilloso de la inspiración o motivación, está donde menos la imaginas y muchas veces en las pequeñeces.
Eso me motiva a seguir adelante y ser mejor persona, ya que sé que alguien está observando y buscando una guía, ya sea para mejorar, modificar, crear o reafirmarse en la vida, así como yo lo hago todos los días.

Le doy las gracias a esas personas (¡saben quienes son!) que han sido inspiración para mí y de manera inconsciente o consiente me han ayudado a ser mejor, a soñar y seguir adelante con mis proyectos de vida. Gracias a esas personas a las que les he servido de inspiración, por valorar esa virtud en mí que les ayudó a seguir adelante.

¿Has pensado en quienes han sido inspiración para ti?, ¿Quién ha sido esa persona que te dio ese impulso para dar el salto y seguir tu camino? Dale las gracias, envíale muchas bendiciones y de ahora en adelante piensa que tus acciones pueden ser motivo de inspiración para alguien que te esté observando.

¡Hasta la próxima!

La naturaleza me inspira a ser mejor y cuidar de ella (el legado que dejamos a los más jóvenes)...además de estar relajada!

martes, 7 de febrero de 2012

La tecnología


Teléfono público
Yo no soy muy diestra en las cosas tecnológicas (por eso creo que me había tardado en escribir un “blog”) y confieso que a veces me da miedo tanto avance. Hemos sido privilegiados en ver el crecimiento de la era tecnológica. Yo tenía un beeper, me acuerdo perfecto que me costó $84.00 y pagaba $20.00 mensuales por el servicio; pienso ahora en eso y me da risa, imagínense yo en una discoteca y mi mamá me envía un mensaje (al beeper) diciendo: “Llama a casa, mami”…ajá!!!! Y ¿cómo rayos iba a llamar si no tenía celular? (porque estaban empezando a salir y eran carísimos sin contar las mensualidades), de un teléfono público si había uno cerca, si estaba funcionando y si tenía los .10 o .25 para llamar (ver un teléfono hoy en día es un acontecimiento y objeto de colección).
Poco a poco llegaron los celulares, las computadoras más modernas, los DVD, Blue Ray, entre otros. Salíamos de nuestras casas felices de la vida, sin grillete que nos persiguiera y ahora si se nos queda el celular, blackberry, Iphone, entre otros, no podemos ni concentrarnos, a veces viramos para buscarlo (como si fuera alguna persona que no puede estar solo o nosotros sin él), ¿será posible? Sin contar que ahora está Twitter y Facebook donde muchas personas (porque no suelo escribir en mi “wall”) notifican a donde van, que hacen, se desahogan, ponen fotos de todo lo que ven, entre muchas otras cosas (quiero aclarar que respeto la individualidad y manera de pensar de cada persona). Hay que tener Facebook y Twitter, porque aunque no lo tengas como quieran postean fotos tuyas… ¡así que es lo mismo! Por otro lado tengo que decir que ha sido la manera de reencontrarme con personas importantes en mi vida, seguir contacto con mi familia que vive fuera de PR y mantener contacto con mis amistades.

Hablemos ahora de lo que me tiene maravillada, “Skype”, ¿recuerdan “Los Jetsons”?, quien hubiera pensado que muchos años después podríamos tener una video llamada con alguien, eso es maravilloso. Puedo ver mis sobrinos, amistades y familiares a la distancia, sé de muchas familias que se hablan a diario y pueden disfrutar del crecimiento de niños y ver sus hijos y familiares… ¡tan lejos pero tan cerca!

Así como la tecnología es muy buena, también ha traído cosas negativas. Son muchas las personas que se aprovechan de estar detrás de una computadora para hacer daño, se hacen pasar por otras personas, hurtan identidades, hacen “cyberbullying” (ya hay leyes que condenan estos actos), hacen fotomontajes, entre otras muchas cosas más. El celular, ya es conocido las múltiples amenazas que se están recibiendo de números de teléfonos que no se pueden registrar, además de que ya se ha perdido un poco la comunicación verbal gracias a los mensajes de texto, sin contar los múltiples accidentes que ocurren ya sea por estar hablando por el celular o enviando mensajes de texto. El correo está por desaparecer, con el correo electrónico, las llamadas de larga distancia incluidas en los planes de teléfonos móviles, “skype”, “e-bills”, ya son menos las personas que utilizan éste medio de comunicación (tan antiguo). A mí me encanta recibir cosas en el buzón y aunque utilizo mucho el correo electrónico, todavía me gusta enviar tarjetas, paquetes y detalles por correo. La privacidad (¿Cuál?), ya uno no puede salir despeinado o pasar algún momento embarazoso que la gran comunidad de “Fabebook”, “Twitter” o “Youtube” no se entere. Si estás haciendo algo incorrecto… ¡cuidado! Alguien debe estar con una cámara de celular apuntando para tomarte una foto y cogerte en el acto y claro postearla inmediatamente; ¡Ya uno no puede ni repetir mucho la ropa porque estas retratado! Los libros, es triste ver que las librerías sean lugares en peligro de extinción, ahora están: Kindle, Kindle touch, Kindle Fire, Nook, e-books, entre otros (tengo que confesar que tengo un Kindle todavía no he bajado libros ya que los que me han interesado no están en ésta versión…o ¡tal vez todavía no se utilizarlo muy bien!).

Parte de nuestra colección de libros
En conclusión, según mi punto de vista, la tecnología es maravillosa, pero como todo en la vida, el exceso y el mal uso hacen de ésta experiencia muchas veces desagradable, ya que no conocemos hasta qué punto puede llegar la magnitud de las cosas negativas y todo lo que nos falta por saber que las compañías no nos han dicho. Es triste ver como algunas cosas han desaparecido y otras están en peligro (¿volveremos atrás algún día?, ¿será necesaria tanta tecnología?). Si vas hacer algo que se puede malinterpretar o no quieres que nadie sepa, hazlo en la privacidad de tu hogar. Si ya has pasado por una experiencia negativa, no te preocupes, deben haber miles pasando por lo mismo y basta con que salga una nueva foto o video para que seas historia.
Hay que adaptarse a la evolución de las cosas, con mucha precaución y astucia, teniendo en cuenta que ya mañana es otro día y habrá otra cosa nueva llamando la atención de las masas.

¡Hasta la próxima!

miércoles, 1 de febrero de 2012

Vivir con una fobia

Desde mi niñez les he tenido un miedo terrible a los perros y animales en general (no a los insectos). Solo puedo identificar un posible evento en mi vida (fue en mi niñez y relatado por mi madre) con un perro que entiendo fue lo que ocasionó mi miedo. Luego de vivir años: brincando verjas, trepándome en muebles, corriendo, trepándome en autos, una vez hasta me estrellé contra una cruz de marta (es una planta) cuando corría bicicleta porque un perro me perseguía, entre mil otras cosas que he hecho, fui diagnosticada (hace 2 años) con Cinofobia (fobia a los perros). Yo tenía mí sospecha que la padecía, ya que mi miedo iba más allá de lo lógico, cuando estaba cerca de un perro me sucedía lo siguiente: sudada, se me ponían las manos frías, gritaba y me ponía frenética (si se me acercaba), perdía el control completamente. Lo más curioso era que si estan amarrados y los aguantan yo los puedo tocar.
Como he expresado en “blogs” anteriores, cuando se tienen hijos a uno le cambia la vida, la perspectiva de las cosas y hacemos cosas más allá de lo imaginable. Mi hija Adriana (la mayor) ha sido una amante de los animales desde pequeña… ¿Cómo?, pues sencillo, yo he sufrido tanto por mi fobia que nunca le quise demostrar mi miedo, siempre ha estado expuesta a los animales. Tengo una hermana que también es amante a los animales y a mi esposo también le gustan, así que ellos siempre han sido los que la exponían y la exponen e iban con ella a todos sitios donde habían animales, yo tomaba las fotos y le decía que me daban alergia (que es una realidad, ya que soy alérgica al pelo de animales) y ella por mucho tiempo lo creyó así (luego lo mismo se repitió con mi hija menor). Llegó el día que pidió un perro. Por mucho tiempo pude persuadirla ya que ella y su hermana eran alérgicas y no podían tener animales (tuvieron un conejo y hubo que regalarlo por esa razón), también yo tenía que ser responsable con el perro, ya que requieren mucho cuidado, es una decisión bien importante tanto para la familia como para el animal y tener un perro es una gran responsabilidad.
Leah a los 10 días de nacida

Luego de varias campañas y yo tratar sola de resolver mi fobia (por supuesto sin éxito) me sometí a terapia... ¡fue muy fuerte! En noviembre de 2009 comencé asistiendo a un lugar que dan clases de obediencia para perros e interactuaba con ellos (tengo que agradecer a mi hermana Carla que siempre me apoyó, ayudó y formó parte de éste proceso), el problema era que no tenia continuidad (pues no tenia perro en la casa). Así que decidí (porque aunque mi esposo estaba también loco por un perro, el me entendía y no me presionaba… ¡tanto!) que de regalo de Navidad se le regalaría una perrita (siempre quise que fuera hembra) a las nenas. Luego de hacer búsqueda intensiva (gracias al internet) y consultar diferentes personas fuimos en busca de una Maltés y dimos con nuestra futura perrita. Así fue como conocimos a Leah a los pocos días de nacida.

Leah el 12/25/2009 (Tres semanas)
Fue la primera vez en mi vida que tuve un perro en mis manos (mi fobia apela al tacto, el animal no puede tener contacto con mi piel), fue una gran emoción y un orgullo para aquellos que me conocen y saben de mi fobia. Dos semanas después Leah llegó a casa (tengo que hacer un paréntesis para decir que fueron muchas las promesas de mis hijas de cuidar de la perrita, que se iban a encargar de ellas y serian muy responsables) y ¡llegó con instrucciones! Ahí fue cuando en realidad la cosa se puso seria, tenía eso que me causa un terror increíble en mi hogar, tan tierna y tan indefensa, ¿Cómo le puedo tener miedo a esa perrita? Luego de varias semanas comenzamos la terapia con Leah y aunque me imaginaba un poco como seria, jamás es lo mismo que experimentarlo. Para hacer el cuento largo corto, la misma consta de interactuar con Leah y manejar la ansiedad, la doctora media el nivel de ansiedad del 1 al 10 y a veces la llegué a tener en 100. La parte más intensa de la terapia fue cuando me sentaron a Leah en la falda…pensé que iba a morir, grité, lloré, sudé y poco a poco el nivel de ansiedad bajó. La doctora lo que me quiso demostrar es que el nivel de ansiedad nunca sigue subiendo, baja hasta que llegamos a “0”. Les confieso que cuando llegaba a casa siempre estaba ansiosa (¡Leah es loca conmigo!) Por alguna razón dejé de ir a la terapia (no lo recomiendo), pero llegué a la mitad del camino, ¿Cómo es eso?, pues les cuento que si me pongo mahones “jeans” y tennis puedo tener contacto con Leah u otros perros y de verdad que eso es un logro; lo difícil es que estar en mahones no es mi estilo y los tennis los uso solo para entrenar (asi que casi nunca los tengo puestos en la casa).

Dos años han pasado desde que Leah llegó a nuestro hogar, mis hijas han seguido siendo responsables de TODO lo que tiene que ver con su perrita: cambiarle el “pad”, darle comida, ponerle agua, jugar con ella, bañarla, y todo lo que requiere tener un perro (muchas han sido las veces que les hemos tenido que recordar su responsabilidad, pero eso no es negociable, ellas querían perro…se tienen que hacer cargo) y estoy muy orgullosa de ellas (he escuchado infinidad de historias en las que los padres terminan encargándose de los perros de sus hijos).

Esta soy yo con Leah
 ¿Yo?…ahh! (suspiro) no he mejorado tanto. Para mí es un logro el solo hecho de tener la perrita en casa a pesar de mi fobia, ya no estoy ansiosa, ni nerviosa (quiero mucho a nuestra perrita, le doy sus galletitas y cuando cocino me mira insistentemente para que le de algún “treat”). Si veo un perro suelto hago mis respiraciones (¡bien profundas!) para bajar el nivel de ansiedad y cambio de rumbo. A mí me gusta trotar y una de las razones por las que no lo hago es por los perros realengos o sin su collar que hay por las calles y cuando lo hago estoy bien pendiente y los diviso desde la distancia.

Vivir con una fobia es algo bien difícil, son muchas las críticas y los comentarios que recibes, hay que tenerla para entender lo que uno no puede explicar y va más allá de la razón. Casi todas mis amistades y familiares siempre me han entendido y si voy alguna casa que hay perro lo guardan en alguna habitación para que yo esté tranquila (y se los agradezco infinitamente), algunos me forzaron a tener encuentros cercanos con ellos, me pusieron perros en la falda, me obligaban a estar cerca de ellos (fueron los menos… ¡pero me impactaron!).

Para concluir, si tiene niños o conoces alguno que tenga ésta fobia les recomiendo que los lleven a terapia, mientras más temprano y si tienen los recursos mejor, para poder vivir mejor. No se me ha hecho fácil, tengo fe en que la superaré cuando yo esté lista. Mientras tanto si ven algún celaje corriendo no se preocupen tal vez soy yo escapando de algún perro (que conste, ¡hace tiempo no me pasa!)

¡Hasta la próxima!

 
Leah con su primer "grooming"

 
Diciembre 2011 - haciendo travesuras!


lunes, 23 de enero de 2012

Mantener la fe en la prueba

Cuando examino mi vida, son muchos los retos y pruebas enfrentadas y superadas satisfactoriamente, algunas más complicadas que otras, muchas…solo un escalón para seguir subiendo en ésta gran escalera que es la vida (se trata de seguir subiendo y no bajando, ¿verdad?). Cuando uno es soltero o joven, uno no piensa en cosas que le puedan pasar a uno, si no, las cosas que le pasan a uno. Tampoco nos imaginamos enfermos o incapacitados de hacer algo (a menos que hayas pasado por alguna experiencia temprana) al contrario nos creemos invencibles (y así somos en algunos aspectos de la vida, más no vulnerables).

Yo soy una persona creyente desde que tengo uso de razón, en parte porque eso fue lo que mis padres y familiares cercanos me inculcaron. Siempre he tratado de ser una persona positiva ante la adversidad o tropiezos en la vida y me confieso la prueba viviente del plan divino y todo lo maravilloso que trae con él. No es hasta que uno está en la prueba, situación o problema que uno sabe cuán fuerte uno es en la fe.

Cuando uno tiene hijos (yo tengo dos preciosas jovencitas) uno está pendiente de todo: si respiran cuando duermen, si tienen todo normal, si se cansan, nos preocupamos un mundo si se sienten mal o les duele algo, si comen, si alguien les hace algún daño en fin mil preocupaciones pensando que algo les puede pasar y siempre pidiendo que crezcan saludables y fuertes para verlos crecer. Nos preocupamos más por nuestra salud y mantenernos bien por ellos (yo pido todos los días por una larga y saludable vida para verlas crecer).

Hace un año enfrenté una de las pruebas más grandes que he tenido en mi vida (¡y decretado que la última a ese nivel!) la enfermedad de mi hija menor. Fue un mes de estudios médicos desde placas hasta “bonescan” lo que terminó con una biopsia. Hubo momentos en que quería gritar, no por mí, por mi hija; ella tiene muchos planes que quiero ver cumplir. Lloré solo una vez (el día antes de la biopsia) y dije (entre lagrimas): “Dios, ella es tuya, vino a través de mi…tu me la enviaste y tú sabrás hasta que momento estará aquí, pero yo la quiero ver crecer, quiero verla convertirse en bailarina, doctora y madre de tres hijos (eso es lo que ella quiere y ha sido bastante consistente), que sea tu voluntad”. Siempre me mantuve fuerte en mi fe (por supuesto bastante preocupada), sabía que Dios tenía un plan perfecto, me sentía tranquila y confiada, fuera cual fuera el resultado daríamos la batalla… ¡así debe ser! Les confieso que me llegué a sentir egoísta, ¿cuántas madres ven morir a sus hijos de hambre, frio o alguna enfermedad?, ¿qué me hacía a mi especial a la hora de pedir por la salud de mi hija? Soy madre y quiero lo mejor para mis hijas.
Fueron semanas de preocupación (mi corazón de madre nunca sintió angustia), no comía bien y dormía lo necesario. Llegó el resultado de la biopsia y gracias a Dios solo fue una Osteomielitis (infección en el hueso), el tratamiento fue largo, pero dentro de todo había cura (ésta vez lloré un poco de emoción), prueba superada.

Un año del tratamiento se cumplió el pasado octubre 2011 (se le daba seguimiento cada tres meses con estudios) cuando mi hija nuevamente presentó los mismos síntomas… ¡la infección había regresado! Por protocolo y para descartar otras posibilidades se le realizaron todos los estudios nuevamente. En esta ocasión no estaba preocupada, estaba sorprendida, en “shock”, sabía lo que era y estaba tranquila por ese lado pero pensaba en ella, en mi hija…otra vez los múltiples pinchazos, la hospitalización, la ausencia de la escuela, del ballet y de la carrera del pavo nuevamente (y por la que había empezado a entrenar con tanta ilusión), pensaba: “¿Otra vez? ¡Dios mío si para muestra con una vez era suficiente!!!!” Pero nuevamente teníamos que aceptar la voluntad de Dios. Y así fue, con calma nos preparamos para una larga hospitalización de 6 semanas… ¿Cómo se le explica eso a una niña?, ¿Cómo hacerle entender que dentro de todo es dichosa de no tener otra condición, de que hay niñitos luchando por su vida? Eso nos mantenía fuertes, le hacía ver el lado positivo a su situación (que para ella fue muy fuerte).
 Esta vez la cirugía fue mayor, la espera más larga, el resultado…el mismo, otra vez osteomielitis. A pesar de haber pasado por la experiencia, esta vez tenía más preguntas que respuestas: ¿Por qué le volvió?, ¿si le va a volver?, ¿si la llevo a los EU?, entre otras miles más (siempre voy con un listado de preguntas para que nada se me olvide). Gracias a Dios tenemos un excelente plan médico (eso es una inversión) y unos médicos pediátricos excelentes y siempre estuvieron ahí para contestar cada una de nuestras preguntas (fueron muy pacientes y muy buenos con nuestra hija), el tratamiento fue el adecuado y nosotros decretamos que fue su última vez con ésta condición.

GRACIAS, una palabra tan corta y que dice mucho, pero que no es suficiente para expresar el agradecimiento que siento por Dios, los doctores, enfermeras, familiares y amistades que estuvieron ahí con una llamada, una visita, detalles enviados. Agradecida con la vida que me ha permitido seguir educando y ver crecer a mis hijas cada día, con mucha fe de que lograrán lo que se propongan con fortaleza y perseverancia, sobre todo SALUD.

La fe nos mantiene de pie cuando pensamos que vamos a caer, nos mantiene fuertes ante la debilidad del momento y nos ayuda a superar los momentos en que no encontramos salida. Debemos dar gracias por los buenos momentos y aprender de las pruebas. Cada día sale el sol y después de cada tormenta un hermoso arco iris…la promesa de que todo estará bien a pesar del momento vivido.

¡Hasta la próxima!