¿Problemas en las familias?

En este blog voy hablar de un tema un poco delicado, para muchos prohibido… ¿Quién tiene problemas familiares y lo admite?

A mis 36 años he visto de todo (no todo), familias muy unidas, que se entienden, se respetan, respetan la individualidad de cada miembro de la familia, que a pesar de las diferencias pueden valorarse el uno al otro y seguir adelante, que se pueden decir las cosas y no tomarlo personal o como una ofensa o a la defensiva, si no que entienden que su familia quiere lo mejor para ellos y escuchan (aunque al final la decisión es de cada uno).
Por el otro lado he visto familias totalmente disfuncionales, miembros de familias que una vez fallecen los padres se quedan huérfanos, otros que se pelean por dinero. He visto personas que en vez de alegrarse del éxito de su familiar es todo lo contrario, casos de envidia entre hermanos que de verdad me quedo atónita. He escuchado madres que hablan tan mal de sus hijas a sus espaldas que dan pena, así mismo he visto como muchas veces no se llevan entre ellos, he visto herman@s que se dejan de hablar simplemente por no compartir los mismos intereses o solo por el orgullo de no aceptar que obraron mal o están equivocados o porque no piensan como ellos. También he visto hijos que se aprovechan de sus padres, no son considerados con ellos y hablan muy mal de sus padres, en fin…ustedes sabrán muchas historias también y habrán visto miles de cosas. Y por lo que escribo éste blog es porque cada día escucho nuevas historias al respecto, bastante frecuente y no hay nada de que avergonzarse... ¿Qué familia no pasa por situaciones?

Todo lo antes expuesto es una conducta mundial, pues somos seres humanos y como tal complicados, nadie escoge a su familia (algunos creemos que sí los escogemos antes de nacer) algún propósito tenemos en la vida de cada uno, pero eso no quiere decir que tengamos que tolerar ciertas conductas que atenten en contra de nuestra paz y tranquilidad mental, el respeto se gana y si no toleramos ciertas conductas en amistades de las cuales nos separamos si experimentamos sentimientos negativos así mismo debe ser con la familia pues al final todos somos seres humanos que venimos a este mundo para ser feliz y vivir nuestra vida.

He leído múltiples libros de autoayuda (si se le puede decir de esta manera) es mi tema favorito para leer (aunque aún me falte MUCHO por aprender y poner en práctica) entre ellos se encuentran: El Alquimista, Dharmakaya, El Secreto, La Ley de Atracción, Su Mejor Vida Ahora, Este en tu momento, Cada Día es Viernes, Dont’ Sweat the Small Stuff, ¿Tengo 50 y qué?, Los Cuatro Acuerdos, La Maestría del Amor, El Quinto Acuerdo, La Voz del Conocimiento, Juan Salvador Gaviota, El Poder de la Mujer que Ora, El Poder de los Padres que Oran, El Poder de la Esposa que Ora, Los Cinco Lenguajes del Amor y algunos más (otros los he comenzado pero no terminado).



Algunos de mis libros

 

Cada libro tiene el sentido interpretativo que la persona que lo está leyendo le dé según sus experiencias y el momento en el que lo está leyendo (es por eso que si lees el mismo libro varios años después le encontrarás un nuevo significado) al menos esa es mi manera de pensar y mi opinion.

Cuando una persona se me acerca a pedirme un consejo (lo que para mí es un honor) trato de ser objetiva y ¡muy discreta por supuesto!, trato de que vea el lado positivo de la situación (aún en los peores momentos) pues al final todo tiene una enseñanza de vida y es el paso para otro capítulo en la vida de cada persona. Si el problema familiar continúa además de decirle que ore mucho (soy fiel creyente en que las oraciones son escuchadas y contestadas) y que espere, ya que muchas veces no es en nuestro tiempo, le sugiero que se aleje un tiempo en lo que sanan las heridas y las dos partes reflexionan y dejan que las aguas vuelvan a su nivel, que lean libros que pueden ayudarle, hable con personas que sean positivas (no hables con todo el mundo, eso de estar contando el cuento a medio mundo te hace víctima y tiendes a alejar a las personas y luego es más difícil, tampoco lo publiques en Facebook…que feo se ve estar publicando los problemas y ser víctima para que todos le den “like” a tu situación o buscar la aceptación o aprobación de los demás) escoge una persona o dos con las que puedes “vent” (ventilar) (el término "vent" lo leí en “Don’t Sweat the Small Stuff”) que las puedas llamar o escribirle, desahogarte y luego continuar.

Ustedes dirán: ¿Pero cómo alejarme de mi familiar (herman@, madre, padre, hij@, etc)?, ¿Eso se dice fácil pero no lo es? , ¡Si la sangre pesa más que el agua!, ¿Qué voy hacer sin ese familiar (el que sea)?.
Pues bien fácil y no se lo digo porque lo haya leído solamente, es porque yo misma he pasado por esa experiencia, tanto con familiares como con amistades.
Primero: uno viene solo a este mundo y se va solito, uno tiene que aprender a disfrutar de uno mismo, a ser feliz por uno y para uno y de esa manera los demás se sentirán feliz alrededor tuyo (el que quiera estar a tu lado, aquí no se pueden forzar las relaciones...aunque tome tiempo entenderlo).

Segundo: La sangre es bien pesada, pero puede ser bien aguada también y si alguien te hace sentir menos, alguien te resta y no te suma no es alguien que merezca estar a tu lado, por lo menos por un tiempo (si es que te afecta).

Tercero: Si alguien no se siente bien a tu lado o viceversa tiene que haber una modificación de esa conducta de ambas partes (uno da y da y da, pero si no hay nada de la otra parte y todo sigue igual, una de las dos partes tiene que dar el primer paso para un cambio) es como una cuenta de ahorro si sacas todo el tiempo y no depositas se vacía…así mismo pasa con el alma.

Del libro "Cada Día es Viernes" Joel Osteen

Cuarto: NO ES FACIL, hay que tener mucha valentía para alejarse y luego mucha más para regresar (si es que así lo decides) pero si lo haces procura estar sana, te aseguro que en el proceso las dos partes habrán cambiado (no te garantizo que para bien, pues muchas personas albergan sentimientos tan negativos que los llevan hasta padecer problemas de salud).

Desde hace varios años yo estoy alejada de un familiar y no soy muy tolerante con ciertas conductas que entiendo injustas (no sé si es por la edad o por la seguridad en mi o porqué), yo soy una persona bien familiar y sé que mi familia se ha visto perjudicada pues el eslabón para esa unión completa era yo, es algo de lo que no hablo, no me interesa, pues no fue una decisión mía, fue de la otra parte y yo respeto las decisiones de los demás (así como me gusta que respeten las mías) y tengo que decirles que estoy bien tranquila y en paz, no pierdo sueño y sí, porque no decirlo, estoy feliz.
Lo mismo me ha sucedido con otras personas y el alejarme ha sido la mejor decisión para mí y mi proceso de sanar alguna herida o simplemente analizar y poder ver las cosas desde una perspectiva diferente. No soy de esas personas que aguanta y aguanta y luego anda por ahí siendo víctima, no soy perfecta y cometo mis errores pero he sabido pedir disculpas y seguir adelante, pero cuando no ha sido mi decisión pues no hay mucho que yo pueda hacer.
Con el tiempo si nada pasa fue porque que cada cual cumplimos nuestro propósito en nuestras respectivas vidas, el tiempo dirá y estoy siendo bien paciente, no tengo prisa.
¡Ah! Por supuesto, esto ha sucedido después de varios eventos, pues no soy de las personas que juzgo o tomo decisiones basadas en un solo evento.

Que les quiero decir mis lectores, que todas las familias pasan por situaciones difíciles la diferencia la hace la manera en la que enfrentamos y trabajamos las mismas, todos somos diferentes flores de un mismo jardín, unos florecen antes que otros, a otros les toma más tiempo crecer y otros se marchitan con el tiempo, pero vuelven a resurgir en la primavera, pero sigue siendo jardín, no perdemos nuestra esencia.
Las situaciones van y vienen y como dice el viejo…muy viejo: “El tiempo cura todo” o "No hay mal que dure 100 años" y ¿quién no ha tenido situaciones con algún familiar?
Lo que no debes permitir o tratar de evitar es que esas situaciones (si no eres el causante o son en contra de tu voluntad) te afecten, te envejezcan y te amarguen y si eres el causante pues ponte para tu número, admite tu error, pide disculpas y comienza de nuevo, nada mejor hizo Dios que un día después de otro, una nueva oportunidad para comenzar de nuevo, todos nos equivocamos, sí, ¡TODOS!

Invierte tú tiempo en ti, saca tiempo para leer, hacer alguna actividad que te guste, ponte una meta a corto plazo, busca un sentido…una razón, enfócate en lo positivo y lo bello de la vida, una vez cambies tú actitud y visión todo alrededor va a cambiar.

Aquí algunos pesamientos que he leído:



Libro: "Cada Día es Viernes" Joel Osteen



Libro: "Cada Día es Viernes" Joel Osteen



Libro: "Tengo 50 ¿Y qué?" Giselle Blondet

¡Hasta la próxima!

Cuando se acerca el momento de dejarlas volar

Hace 2 años escribí acerca de la época de la adolescencia de Adriana, hoy, luego de que pestañeé un segundo estoy enfrentando una nueva etapa en nuestra familia, ¡Adriana es casi universitaria y Daniella es una adolescente!
Eso trae una serie de sentimientos que no puedo negar ni esconder y los que me conocen los saben aún cuando no lo demuestre o comente.

Primero… ¡Estoy envejeciendo! Y aunque ha sido un proceso de aceptación para mi (¿quién quiere envejecer?) no deja de crearme ansiedad. Estoy trabajando para no quedarme con el nido vacío (sin dejar de disfrutar el presente), haciendo planes con mi esposo para nuestro futuro, haciendo actividades sola y disfrutando de mi misma, salgo con mis amigas de vez en cuando (pues algunas están comenzando con la maternidad cuando yo estoy casi saliendo) y todavía me queda Daniella, la cual me mantiene ocupada con sus actividades, y claro, aunque siempre he tenido mi rutina de belleza, me he vuelto fiel amiga de las cremas para atrasar un poco los signos de la edad y he tratado algunos métodos no invasivos.

Segundo… ¡Dejarla ir! Nos preparan para todo en la vida, pero no para dejar a nuestros hijos partir de nuestro lado, ¿quién la va a proteger ahora? Y aunque no pretendo que se quede a mi lado toda la vida y soy la primera que quiero que vuele para alcanzar sus sueños, ¡cómo voy a volar YO sin una de mis alas!
El hecho de que no veamos películas juntas, salgamos a comer, de tiendas o simplemente esté parada en la cocina haciendo nada es algo que me pone triste (escribiendo sobre esto tengo un “nudo en la garganta”).

 

Daniella la va a extrañar mucho pues han sido compañeras de cuarto desde que nació y tienen una relación de hermanas que yo no tuve con las mías… ¡y eso me encanta! Son cómplices y amigas, recuerdo una vez que una maestra de Daniella preguntó en el salón de clases “¿quien tiene una mejor amiga?” y ella alzó la mano y le dijo: “Mi mejor amiga es mi hermana”.

Tercero… ¡La vida universitaria! Para hacer el cuento largo corto, visitamos tres universidades en los EU (en Puerto Rico no hay ninguna universidad que ofrezca el currículo que quiere estudiar Adriana, pero puede ser una posibilidad que se quede unos años) NY y Boston fueron los destinos, tres lugares completamente diferentes y los costos… ¡ya saben! Son tantos trámites, exámenes, papeles, audiciones y elegir cuál es el mejor lugar para ir, el lugar donde los sueños se hacen realidad (¡y no es Disney!), de verdad a este punto tengo un poquito de "stress" confiada en que Dios tiene un plan perfecto.

Cuando nacen uno piensa que falta un mundo para que entren a la escuela y luego, que faltan muchos años para la universidad, la verdad es que uno no se da cuenta que 12 años o la vida entera pasa a velocidad luz.

Por un lado me da una nostalgia increíble, pero por otro lado estoy tan agradecida de Dios que me ha dado la oportunidad de criarlas, verlas crecer, disfrutar de cada paso y logro que no puedo dejar de sentirme feliz y satisfecha (sé que son muchos los niños y las madres que no llegan a disfrutar de todo esto). Sé que lo más importante no es que se vaya, si no que siempre encuentre el camino de regreso a casa.

Ahh (suspiro) este blog fue más un deshago que otra cosa, es una manera de decirles que la vida pasa rápido pero que no estamos solas, que siempre hay un mañana, algo que hacer y en lo que uno puede invertir su tiempo, que alguien te necesita, que el mundo es muy grande para explorarlo y que siempre hay una nueva aventura que comenzar, no es una carrera en contra del tiempo, es saber disfrutar del tiempo que tenemos para mirar hacia atrás sabiendo que vivimos a plenitud y con intensidad.


¡Hasta la próxima!