Compartiendo mis experiencias

En éste "blog" pretendo compartir mis experiencias y lo que aprendo de ellas como madre, esposa, hija, hermana, amiga, profesional, entre otras cosas. Los retos que me ha presentado la vida y los que me presenta y como trato de ver el lado positivo de cada situación...aunque aveces sea un reto.

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martes, 11 de septiembre de 2012

9-11 Mi experiencia

9-11 del 2001 fue un día que cambió la manera de pensar y la vida de muchas personas y aunque físicamente yo no estaba ahí enseguida me pude solidarizar con el dolor ajeno.

11 años después y relatándole a mis hijas todo lo que significó ese día para muchas personas, incluyéndonos a nosotros como familia es que tuve la necesidad de escribir éste “blog”.

Ese día dejé a Adriana en la escuela como de costumbre, regresé a mi casa y estaba durmiendo a Daniella en la falda (tenía 2 meses y 11 días de nacida), cuando de repente salió un “Avance de última hora” narrando el “accidente” en una de las Torres Gemelas (World Trade Center), lo que pasó después ante los ojos del mundo entero fue inesperado, sorprendente e irreal.
Mis padres y hermanas trabajaban, me traté de comunicar con mi suegra y no lograba comunicación (ella siempre está al día en los últimos acontecimientos noticiosos), mi esposo estaba trabajando. Me fui a casa de mi suegra con Daniella, estaba atónita con lo que estaba pasando.

El terrible suceso me causaba dolor, la seguridad había sido burlada, se había perdido el respeto por la vida, pero la llamada que recibí después de que el mundo se diera cuenta de lo que había pasado nos cambió la vida en un instante.

Para ese tiempo, mi esposo era reservista de la Guardia Nacional Aérea de PR, así que llamaron para indicar que tenía que reportarse en la Base al otro día. Dos meses después estaba listo para su primera misión, y así estuvo dos años, en diferentes misiones. La separación de ese primer viaje fue muy difícil, me quedé sola con dos hijas, Adriana de 4 años y Daniella de 4 meses (gracias a Dios vivía cerca de mi familia y la familia de mi esposo que nos dieron apoyo constante). La primera Navidad de Daniella sin su papá, mi esposo se perdió algunos cumpleaños, los primeros pasos de Daniella, actividades de la escuela de Adriana, entre otros.

Y aunque para mí fue difícil, mi dolor no se compara con las personas que ese día fatal decidieron cómo iban a morir, quemados, asfixiados o por una caída. Pensar en el terrible momento qe pasaron sabiendo algunos que iban a morir y otros sorprendidos por la misma. Con todos esos niños que no tuvieron el placer de conocer a su padre o madre, esas madres y padres que perdieron a sus hijos y muchos de ellos sin saber cómo fueron sus últimos momentos, a los que perdieron un compañero de trabajo, conocido, familiar...en fin.

El mundo jamás volverá a ser el mismo, siempre estaremos alerta de que algún suceso similar ocurra o que no ocurra. Un suceso de ésta magnitud nos hace o debe hacer reflexionar acerca de la vulnerabilidad de la vida, debemos siempre estar en paz con las personas que queremos, recordarle a esa persona especial que lo quieres, que es especial e importante, nunca sabes si vas a tener la oportunidad.

Les doy las gracias a esas personas que sacrificaron y sacrifican sus vidas todos los días en ésta guerra que parece no tener fin. A las familias que están separadas, mucha fortaleza y oración. A los que hoy están recordando alguna víctima de este suceso, los acompaño en el sentimiento y que el tiempo los ayude a sanar las heridas, sabiendo que están en un mejor lugar.

Hasta la próxima!

Mi esposo es Tech. Sgt. en la Base Aérea Muñiz (Security Forces), estamos muy orgullosas de él por su sacrificio, entrega y trabajo (parte de su esquadrón)

 
 


 
 
 
 
 

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