Hace tiempo que no les escribo, han pasado muchas cosas desde la última vez que les iré contando poco a poco (muchas lecciones y bendiciones). Hoy les quiero contar algo que me pasó a finales de marzo.
El pasaso 31 de marzo me hice ésta pregunta:¿El duelo tiene fecha de expiración? . La razon por la que me hice esta pregunta fue porque, así de repente, me vinieron a la mente mis abuel@s y todas las memorias con ellos. Sentí la necesidad de buscar una foto de ell@s y más tarde estaba en un mar de lágrimas… ¡como los extraño!
Tuve la dicha y bendición de crecer con mis abuelos (mis dos abuelos paternos, mi abuela materna y una tía que fue como mi abuela). Fueron unos abuelos presentes en las buenas y en las pruebas. Para mayor bendición mis dos hijas tuvieron la oportunidad de disfrutar de sus abuelas (mi abuelo murió cuando mi hija mayor tenía 2 años).
Dentro de mi vida ocupada (trabajo, casa, hijas, etc) siempre visitaba a mis abuelos y trataba de ir cada semana, recuerdo que los jueves o viernes era el día de visita y estaba algunas horas con cada una (eran 3 casas diferentes). Luego iba con las nenas, lo que les traía mucha alegría…los niños son una fuente de alegría y energía maravillosa.
El amor de los abuelos es diferente, ya no están criando ni tienen una responsabilidad directa con sus niet@s, muchos estan retirados, lo que hace que sean alcahuetes, más flexibles y… no es que amen más a los nietos que a los hijos, simplemente (y esto me lo imagino porque no soy abuela aún) que ven lo rápido que pasa el tiempo y esos niñ@s son una extensión de sus hij@s y muchas veces hasta una copia, ¿cómo no amarlos tan intensamente?
Mi experiencia al morir mis abuelos, la veo como un tiempo de “reestructuración”, donde nos preguntamos ¿Cómo vamos a seguir de ahora en adelante?, ¿Cómo serán las épocas festivas?, en mi caso visitarlos me ha hecho mucha falta (hay veces que paso por la casa de ellos y todavía visito a una Tía que vive en una de esas casas). Es como si ocurriera un terremoto que sacude y luego se calma, uno tiene que seguir su vida a pesar de la situación vivida y haciendo los ajustes necesarios. Ni el tiempo, ni el mundo se detienen por tu perdida, hay que seguir adelante.
Mis abuelos murieron en estos años, 1999, 2008, 2019 & 2021. Hoy que estamos en 2023 los extraño un poco más que siempre y no puedo explicar porque.
Cuando vi la película “Coco”, me conmovió mucho lo que explica acerca de las dos muertes, la física y la del olvido.
Desde hace 2 o 3 años pongo una ofrenda para el día de los muertos con fotos de esos seres queridos que ya no nos acompañan en este plano, no quiero que sientan que los hemos olvidado. Es una hermosa tradición que honra nuestros familiares y antepasados.
Todos manejamos el duelo de manera diferente. Puedo llegar a la conclusión de que el duelo no tiene fecha de expiración y eso está bien siempre y cuando no nos quedemos en ese sentimiento de tristeza, lo veamos como un paso y recordemos esa persona con alegría.
Si tienes a tus abuelos vivos, visitalos, llevales ese dulce que tanto le gusta, sientate a escucharlos un rato y dejales saber lo mucho que los quieres.
¡Hasta la próxima!
MRR
Abuela Carmen/Yeya & Titi Irma/Mima
Abuela Lola & Abuelo Toño
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