Hoy quiero dedicar mi blog a esas mamitas que se sienten abrumadas, culpables e inseguras de su rol de madre. Cuanto más hablo del tema más cuenta me doy de que son muchas las que se sienten así…me incluyo.
Yo llevo en esta travesía de la maternidad 27 años, antes de todo el boom de las redes sociales y de que toda la información relacionada a varios temas de interés estuviese disponible con solo una búsqueda rápida. Confieso que hay veces que me siento intimidada y hasta mal porque veo tantos recursos que me pudieron haber ayudado…ahh (suspiro) luego recuerdo que cada persona es un mundo, cada experiencia es diferente y queda marcada por la época en la que se vivió.
Tu estarás pensando, ¿porque “culpa”?, son muchas las madres con las que hablo que hacen malabares para mantener un buen balance entre el trabajo, la crianza de los hijos y la vida personal, porque, aunque nos convertimos en la “mamá de”, somos personas independientes con sueños, metas y deseos como cualquier persona, y muchas veces al final del día ese balance no se logró, o dedicamos poco tiempo a nuestros hijos o le dedicamos poco tiempo al trabajo o la casa quedó patas pa’ rriba y nos acostamos pensando como podemos hacerlo mejor al día siguiente. O cuando le llamamos la atención a nuestros hijos por algo o perdimos la paciencia luego de decir algo más de 30 veces y nos sentimos derrotadas.
Algunas pensaran que el trabajo de la maternidad es un trabajo en equipo y cuando ambos padres están presentes esa es la meta, pero no les pasa que el padre puede estar sentado viendo TV y la madre se va a bañar y esa personita toca a la puerta para pedir algo o simplemente sentarse a que termines …sé que dijiste “yo” 🙋. Otro ejemplo es, pueden estar ambos padres en el mismo lugar junto con los hijos, pero los hijos a quien le piden las cosas es a la madre … ¿me equivoco?
El rol de la madre es diferente al del padre, asumimos un poco más de peso.
Pero, que pasa con esas madres que no tienen apoyo, que están criando solas, que trabajan, que tienen que corregir y a la vez consolar, que terminan el día cansadas tanto física como emocionalmente, que por tener que trabajar se pierden de alguna actividad importante porque no hay otra manera, no hay apoyo, ¿no creen que al final del día piensan en todo lo que pudieron hacer mejor para poder mantener la cordura o cumplir con todas las partes?
NOTA: Hay padres que crían solos y también les aplica este blog. Los felicito y los aplaudo.
A esos padres que quieren ser padres presentes y parte del equipo y no los dejan por alguna razón…espero que puedan resolver sus diferencias por el bien de los hij@s y esas madres que están haciendo difícil el trabajo en equipo les digo que ambas partes son importantes para el desarrollo de los hij@s.
Si no te sientes capacitad@ para ser madre o padre, busca ayuda o habla con alguien antes de tomar decisiones equivocadas.
Para esas madres que lo tienen todo bajo control, que tienen ese balance “on point”, tienen apoyo y no siente culpa …las aplaudo, las felicito y deben compartir sus tácticas. 😏
En mi caso creo que ha sido por épocas, hay épocas que he sentido que tengo todo bajo control y una rutina que me encanta, otras veces…no tengo que dar mucho detalle, ya saben, la culpa 😶. Cuando pienso en lo rápido que han crecido mis hijas me pregunto muchas veces: “¿les di muchos besos?”, “¿lo habré hecho bien?”, “¿les dediqué el tiempo necesario?”, entre miles de otras preguntas que les hago y que me hago. Hay veces que pienso en cosas que pude haber manejado mejor y me entra algo en el pecho, pero, luego veo en las mujeres luchadoras, trabajadoras, buenas personas que se han convertido y me doy una palmada en la espalda.
Muchas veces tuve que pedir perdón y todavía les sigo pidiendo perdón si en algo fallé, y no me pesa hacerlo…todos nos equivocamos. Sé que fui y soy una buena madre, pero al final del día ese pensamiento de todo lo que se pudo hacer mejor me persigue, aunque ya me doy más gracia.
He criado a mis hijas con un gran grupo de apoyo, incluyendo a mi compañero de vida que ha sido un padre extraordinario (mi esposo), pero por su trabajo muchas veces ausente, mis padres, mi suegra, hermanas, cuñad@s, otros familiares y amigos que se han convertido en familia.
Mi crianza fue diferente a la crianza de mis hijas y la crianza que ellas les darán a sus hijos (si es que deciden tenerlos) será diferente y espero que mejor pues de eso se trata, de ir mejorando con las experiencias y conocimientos.
Ser mujer es una bendición, tener hijos es un privilegio y una asignación de por vida que algunas mujeres no pueden experimentar (las veo y las abrazo) y otras lamentablemente abusan de ese privilegio haciendo cosas impensables (algo que nunca voy a entender y que me causa mucho dolor y tristeza). Se pare con dolor y sin dolor y cada personita viene con su propio librito, así que no hay “copy paste”.
Como madres no debemos de olvidarnos de que somos mujeres, que cumpliendo nuestros sueños y luchando por lo que queremos le estamos enviando un mensaje a nuestros hijos de que hay que trabajar por lo que uno quiere, que nuestros hijos nos están mirando todo el tiempo, que los errores de nuestros hijos no son nuestra responsabilidad después de cierta edad, cada persona es un mundo, solo vienen a través de nosotros, y que llegará el momento donde se pueden convertir en nuestros padres, si es que tenemos la bendición de llegar a los 70+.
La maternidad es maravillosa a la vez aterradora, pero viene con muchos colores y matices que hacen de ella una experiencia única…por eso no podemos compararnos con nadie.
Hoy te invito a reflexionar, en ti, en la madre, profesional, ama de casa, mujer, entre otros que fuiste y en la que quieres ser de ahora en adelante, el tiempo vuela y cada día es una nueva oportunidad para hacer las cosas diferentes. Lo importante es ir avanzando, mejorando y sentirse en balance.
¡Hasta la próxima!
-MRR